Autora: Carmen Feijoó Muñoz
Se inauguró “Mi Tienda” como mercería y paquetería en 1913, hace ya un siglo, y por ella han pasado diferentes regímenes políticos. Monarquía, república, Dictadura y la actual Democracia.
El local se conserva tal y como era cuando se abrió. Por cierto, el mostrador lo hizo mi bisabuelo.
La caja registradora es también la original. Las estanterías, las lámparas y las ventanas de los escaparates, todo está como cuando se abrió al público este establecimiento.
Allí se podía, y se puede, seguir encontrando de todo, desde bastidores, hilos, lanas, abanicos, castañuelas, etc.
Este edificio estaba junto a otro en el que había un bar que era muy conocido y que se llamaba “La verdad” y había un dicho popular que decía: ¿Cuál es la mentira que está más cerca de la verdad? (La respuesta, lógicamente, era “mi tienda”).
Al principio había cuatro dependientes, y allá por los años cuarenta, en época de navidad, se vendían muchos juguetes de la marca “Payá”, fabricados en lata, y también las muñecas “Cayetanas”, que eran articuladas y abrían y cerraban los ojos, pero eran muy caras.
“Mi Tienda”, y la de todos ustedes, es un lugar entrañable, pues mantiene intacta su antigüedad, y tiene el encanto de hacernos recordar; hoy en día la podemos ver tal y como la vieron nuestros padres, abuelos, e incluso, bisabuelos.
Muy buen artículo Carmen, sigue deleitándonos con tus recuerdos.
ResponderEliminarElena.
buen artículo Carmen, sigue deleitandonos con tus recuerdos.
ResponderEliminarElena