Autor: José Ortega Díaz
Hoy quiero recordar unos acontecimientos históricos que sucedieron durante la II Guerra Mundial. No trato de hacer una crónica de ningún acontecimiento bélico, solamente comentar como miembro de este grupo de patrimonio, unos hechos que sucedieron en el puerto de Algeciras durante esta contienda y que han estado mucho tiempo en el cajón del olvido.
El “Olterra” era un petrolero de 4.995 toneladas, matriculado en Génova, al que sorprende la entrada de Italia en la Segunda Guerra Mundial cuando se encontraba fondeado en nuestra Bahía de Algeciras. Intentar salir del puerto a mar abierto le convertiría en un blanco de la artillería británica, así que su armador, siguiendo instrucciones de las autoridades italianas, decide encallarlo y casi hundirlo frente a Puente Mayorga, repatríando a su tripulación y dejando sólo un retén a bordo para evitar que por la leyes del mar fuera confiscado.
Así pasó un tiempo hasta que la Marina Italiana, siguiendo los consejos de Valerio Borghese, surgiere convertir el barco en base secreta para los torpedos tripulados que se iban a emplear contra los buques aliados apostados en Gibraltar. La idea gusto mucho a los mandos de la Marina Italiana, que mandan a España a un técnico de la marina llamado Antonio Ramognino, casado con la española Conchita Peris del Corral, que con el pretexto de que su esposa, por prescripción médica, necesitaba tomar baños de mar, se instala en Puente Mayorga sin levantar sospechas. El matrimonio residirá en Villa Carmela que se convierte por su proximidad al “Olterra” en cuartel general de las operaciones.


Bajo la disculpa de la puesta a punto que todo barco necesita tras un largo periodo de inactividad, se embarcan herramientas, sopletes y demás materiales necesarios para los trabajos de acondicionamiento del buque. Para la prueba de dosificación y hermeticidad al agua, se creó una especie de piscina inundando una bodega.


![]() |
Villa Carmela |
Desde Italia se procede al envío de material de guerra; los torpedos son desmontados en secciones, las cabezas explosivas, los detonadores, las espoletas, los auto-respiradores, los trajes, la nafta etc. van en compartimentos secretos. Todas las piezas son metidas en cajas confeccionadas de tal manera que si alguien las abriera sólo vería material inocuo apto para las reparaciones del barco. Tubos de calderas, cilindros para las maquinas, émbolos, pistones y válvulas. Sobre las cajas va impreso el cuño del armador genovés y unos apuntes que aseguran que se transporta material necesario para la reparación del vapor.
Parten también para España las tripulaciones encargadas de manejar los torpedos: Giovanni Magro, Vittorio Cella, Salvatore Leone, Girolamo Manisco y Dino Varini. Camuflados como marineros llegan a Algeciras y se incorporan al Olterra y comienzan el montaje de los torpedos.
Independientemente de los trabajos que se están realizando en el barco, un grupo de buzos italianos atacaron algunos buques mercantes que se encontraban fuera de la rada del puerto de Gibraltar. Estas operaciones se realizaron el 15 de Julio y el 15 de Septiembre, partiendo de Villa Carmela y saliendo al mar por el estuario del rio Cachón.
La tarde del día 7 de diciembre los tres torpedos tripulados dejan el “Olterra” y se dirigen hacia el puerto de Gibraltar, dejando un margen de salida de una hora entre cada uno. El equipo de Visintini y Magro, que iban los primeros, se encuentran con el lanzamiento preventivo de cargas de profundidad, mueriendo en el acto. Manisco y Variani, que son avistados por un centinela y atacados con fuego de cañón y ametralladoras, deciden volver y en su escapada son hechos prisioneros. Cella y Leone son sorprendidos por la alarma dada y desisten de su empresa; cuando Cella emerge cerca del “Olterra” se da cuenta que Leone ha desaparecido. La operación fue un gran fracaso pero el secreto del “Olterra” no fue descubierto. Las fuentes oficiales inglesas informaron de los hechos pero creían que el ataque se produjo desde un submarino italiano.
Pasa el invierno y en primavera están dispuestos para acometer una nueva acción. Así, el 8 de Mayo de 1943, otro trío de torpedos tripulados sale del “Olterra”, pero esta vez los objetivos están fuera del puerto de Gibraltar. Una hora después los tripulantes están todos de vuelta. Casi al amanecer tres mercantes, que totalizan unas 20.000 toneladas, explosionan y se hunden.
Pero este éxito ya no se celebra, los acontecimiento bélicos no son favorables a los italianos e Italia se rinde a los aliados en septiembre de 1943.
Y aquí acaba la inmóvil carrera militar del “Olterra”, que con sus propios medios y sin moverse ha hundido más de 30.000 toneladas de buques aliados. Probablemente un caso único en la historia.
El secreto no fue descubierto hasta después del armisticio, cuando los propios italianos revelaron el secreto a sus antiguos enemigos
Del barco poco mas se sabe, se hizo a la mar y las últimas noticias que tenemos es que en 1961 estaba a la espera de ser desguazado en Vado Ligure al norte de Italia.
Sobre este mismo tema que les he relatado, se rodó en Algeciras en 1957, una película que protagonizaron Vittorio de Sica y Sandra Milo, y en las que intervinieron como extras, entre otros, Fidel Tapia y Manolo Hoyos, la película se titulaba en castellano “Danae, nacida del mar”, aunque también se comercializó con los nombres de "La dama que vino del mar" y "Espionaje submarino".
Las imágenes del “Olterra” y de los torpedos submarinos que ilustran este artículo proceden de la dirección sites.google.com/site/histalgimagenes/. A esta página, denominada “Historia de Algeciras en Imágenes”, se puede acceder desde un enlace de este blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario