Autor: José Ortega Díaz
En esta nueva entrega de paseando por el recuerdo, quisiera rendirle homenaje, a esos locales públicos que durante décadas, fueron los encargados de entretener y animar a la sociedad algecireña, estos locales fueron los cines de verano.
En una época en la que no había muchas diversiones donde elegir, ni todavía la tele había llegado a su gran esplendor, estos locales fueron punto de encuentro de novios, de amigos, de familias, etc.
Fijaos si tuvo relevancia, que la única huelga que tuvo lugar en Algeciras en tiempos de la dictadura, fue por la subida del precio de las entradas de los cines de verano.
La mecánica mas o menos siempre era la misma: salíamos a pasear y entrábamos en el cine, amparados en la oscuridad nos fumábamos dos o tres cigarros Chester que previamente habíamos comprado en el carrillo que estaba en la puerta del cine, y allí estábamos el tiempo que duraba la proyección, tomando el fresco y oliendo a jazmín y dama de noche (bueno, esto de los olores agradables no era en todos los cines, porque algunos olían regular y además, contábamos con la siempre incomoda visita de los mosquitos).
Los cines, por esa época, eran administrados por dos empresas: una, la formada por los Sres. Armijo, Aldana, Soto y Casero, a la que pertenecían los cines Delicias, Fuente Nueva, Sevilla, Terraza, Cinema España y Mirador; y la otra formada por los Sres. Gallego y Acosta, que explotaban los cines Avenida y Alegría. En algunas ocasiones, también se utilizaba como cine la plaza de toros de La Perseverancia , pero ésta de forma más irregular ya que estaba más dedicada a los espectáculos flamencos que hacían sus giras en verano. ¿Os acordáis de los Carruseles de Coplas? Por este coso pasaron todas las figuras del cante flamenco de la época: Farina, Caracol, Juanita Reina, Mari Fe, Juanito Valderrama, etc.; todas ellas acompañadas de un elenco de artistas que más adelante serían figuras, como Fosforito, Rocío Jurado, y tantos otros. En uno de ellos actuaban nuestro querido y añorado Trío Juventud, formado por las admiradas Nena Calderón y Ana María Espínola, acompañándoles a la guitarra rítmica Jesuli (padre de Alejandro Sanz), y que tuvieron su momento de gloria por aquel tiempo.
Retornando a los cines, y siempre ciñéndonos a la época comprendida entre las décadas de los años 60 y los 80, recuerdo con especial cariño el Cine Sevilla porque era uno de los que más visitaba; aparte de que era el que estaba más céntrico (se ubicaba en la calle del mismo nombre), era el cine que tenía mejor sonido. Allí sí se respiraba el olor agradable del jazmín y la dama de noche y si antes pasabas por Casa Calderón con sus caracoles y cervezas mejor que mejor. En este cine en algunas ocasiones se celebraron combates de boxeo.
Otro cine que frecuentaba era el Cine Avenida, en la avda. de las Fuerzas Armadas (entonces no se llamaba así). Este cine tuvo dos ubicaciones. La primera era un solar que quedaba entre el edificio de los militares y el edificio de la policía nacional, siendo la pantalla del cine la pared de la policía. En este cine también se celebraron combates de boxeo. Quizás este tema del boxeo por la repercusión que tuvo en su momento lo trataremos más detenidamente. La segunda ubicación del Cine Avenida fue en los bajos del Edificio Gallego que estaba en la misma avenida; este edificio estuvo parado en su construcción durante algún tiempo y los propietarios aprovecharon esta estructura para montar el cine en el patio interior del edificio, con una particularidad, que si llovía te podías refugiar en los bajos del edificio que circundaban todo el patio. Cuando se reiniciaron las obras, el cine desapareció.
Otro cine muy frecuentado por cercanía fue el Cine Fuente Nueva. Estaba en la calle del mismo nombre y allí no se olía a jazmín ni a dama de noche, el “perfume” nos venia de una fabrica de conservas que era medianera con el cine.
El Cine Alegría se encontraba al final de la calle Fuente Nueva. Éste lo frecuenté muy poco porque tenía un inconveniente, los mosquitos, que te devoraban.
En la calle Agustín Bálsamo, teníamos el Cine Delicias. Era un solar grande y agradable, con un inconveniente, cuando llegaba el tren procedente de Ronda (El correo), durante unos minutos -a veces varios- no te enterabas de nada. EL 25 de Julio de 1959, festividad de San Pedro y San Pablo, a las puertas de este cine y debido a la huelga que comenté al principio, se produjeron incidentes con personas que querían entrar y los piquetes informativos, teniendo que intervenir la Policía Nacional.
En la calle Cid Campeador, se encontraba el Cinema España. Este cine no tuvo mucho éxito.
En la calle Pomponio Mela, teníamos el Cine Terraza y en la calle Millán Picazo estaba el Cine Mirador.
Como anécdota, recordar que las películas se pasaban de un cine a otro cada día, y algunas veces sobre todo los fines de semana, se repetía la misma película en dos cines. Como no había dos copias de la misma película, había un señor con una “Mobylette” (el amigo Rebolo), que era el encargado de llevar los rollos de un cine a otro, con un inconveniente, que si había algún retraso en la logística, había que encender las luces en medio de la proyección a la espera del rollo correspondiente, con el consiguiente choteo del público.
En la actualidad todos estos cines han desaparecido. Fueron devorados por la fiebre inmobiliaria y por el auge de la televisión que restó espectadores a estos locales haciéndolos deficitarios. Así el Cine Sevilla, se ha convertido en la Plaza Neda ; el Cine Fuente Nueva, en una urbanización que lleva el mismo nombre; el Cine Alegría en otra urbanización que se llama igual; el local que ocupaba el Cine Avenida, fue bingo y tienda de chinos, estando vacío en la actualidad. El solar de lo que fuera el Cine Delicias lo ocupan dos bloques de pisos la ampliación de las instalaciones ferroviarias; el Cine Terraza en la actualidad es el aparcamiento de una gran superficie de alimentación, y si pasamos por allí, podemos ver la pantalla donde se proyectaban las películas. El solar del Cine Mirador también fue edificado, y el Cinema España lo ocupa un supermercado de la misma cadena que el que está en el Terraza.
Y hasta aquí este paseo de hoy por nuestra Algeciras, la que nos tocó vivir, y a la que hoy desde la atalaya del tiempo recordamos con cariño y añoranza. ¡Hasta otra!
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